El
vuelo siguió su rumbo a la búsqueda del supremo Jefe.
Alguien
gritó:
“¡Estamos
cruzando los alrededores de Alpha Centauri!”
Di
un salto en mi sillón-cama y miré ansioso por si divisaba a mi Planeta “Filos,
I”; todos se sorprendieron de ver mi interés de observar algo que ellos no
conocían tan bien como yo.
(Eso
pensaba mi inocencia)
Sólo
pude ver con claridad mi satélite “Lauri”, debido a su composición de aluminio
y plata, pues despide un brillo especial por los rayos de luz reflejados en
él..
“¡Mirad,
esa bola luminosa es “Lauri”, el satélite cercano a mi planeta “Filos, II”;
podríamos aterrizar; aquí tengo unos buenos amigos y compañeros de estudio!”
Nuestra
Superiora Abadesa, Águeda, intervino enseguida:
“Ahora
no es oportuno detenernos, pues debemos llegar a nuestro destino en el tiempo
diseñado; habiéndonos detenido en el planeta nuevo más de la cuenta, llevamos
el tiempo muy escaso.
Proto,
ordena un aumento de velocidad suficiente para superar el retraso que
llevamos.”
Aunque
la nave no se movía, aparentemente, se notaba la ingente velocidad a la que
volábamos.
La
actitud de Águeda me pareció intencionada, y contraria a mis legítimos deseos
…….
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