Recibidas todas las instrucciones para el manejo de de la supernve,
despegamos en medio de una gran expectación y presencia de las autoridades
universitarias, los cien estudiantes, acompañados de un tutor y una tutora,
emprendimos el viaje hacia a nuestro pequeño Planeta de la Estrella Enana, cuya
historia os presento a continuación, y donde pasaremos una temporada de de
estudio, reposo, acompañando a nuestros amigos Priscila y Alex:
Había cerca de nosotros una roca monolítica de gran dimensión y plana
por un lado; su aspecto era brillante a la luz de su estrella; tomando una
pequeña lasca lisa y puntiaguda, rasqué la roca y observé que era blanda y
sensible, por lo que escribí con facilidad surcando las letras de mis palabras
en su superficie, ante la cara de estupefacción de mis compañeros tripulantes::
“HOY, DÍA UNO DEL MES UNO DEL AÑO UNO DEL PLANETA FILOS I, TOMAMOS
POSESIÓN EN NOMBRE DEL PLANETA TIERRA DEL SISTEMA SOLAR Y EN EL NUESTRO PROPIO,
ANTE LAS SUPREMAS AUTORIDADES
INTERGALÁCTICAS”
Águeda, Miriam, Proto, Darío, Alejandro, Priscila y Filos; Descubridores.
Alejandro advirtió:
“Creo que este escrito no
garantiza la seguridad que este acontecimiento requiere; pues la fragilidad de
esta roca, es susceptible a que otro que llegue, borre lo escrito y luego
escriba otra cosa”.
Yo había experimentado que al tiempo que escribía el débil material se
tornaba rígido total, y afirmé con actitud segura y desafiante:
“Como me llamo Filos, garantizo la seguridad de lo escrito e invito a
que intentéis borrarlo o escribir encima.”
Se oyeron comentarios en pro y en contra de mis palabras,
hasta que Proto se adelantó, tomó la lasca en sus manos: e intentó
hacer falible lo dicho por mi.
Lo intentó varias veces y luego, pidiendo disculpas dijo:
“Ruego perdón por mi desconfianza; nuestro joven Filos es un mago,
domina fuerzas ocultas o es un dios superior a todos nosotros, me rindo y le
doy la pleitesía que merece.”
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