Comencé
a contar la aventura, en que yo había sido secuestrado:
Las
condiciones de viaje son inmejorables, pero, aparte de los agradables ratos de ocio y contento, disfrutados en el
planeta Tierra y visualizado de forma cercana todos los planetas del Sistema
solar, tal como hemos descrito durante el largo viaje, agradecieron de modo
visible este corto paseo al rededor del lago volcánico del satélite ÍO, uno de
aquellos cuatro satélites, los llamados
“Galileos”, por haber sido descubiertos por el gran astrónomo
Han
realizado la visita planetaria completa y vuelven de nuevo a casa; en este
recorrido pasan otra vez cerca de Ío.
Aprovecharon el espacio abierto para estirar
las piernas, recrear su vista viendo, algunos por primera vez, esa extensión de
lava que se dejaba tocar sin peligro alguno.
Por
la orilla de aquella linda “playa”, caminaron tranquilamente y, entre ellos, nuestro
Filos corría y saltaba alegre y, recordando los largos paseos de su niñez en
las orillas de su gran lago natal del Titicaca; mi ágil cuerpo juvenil me pedía
más guerra, y ascendí, saltarín, sobre unas rocas aledañas; en los entresijos
de aquella maleza pétrea, me sorprendió un ser, entre humano y robot, que me
hacia señas invitándole a seguirle; no lo dudé y, de un salto, me acerqué a él,
por pura curiosidad; de pronto, ante nosotros, se abrió una roca en el suelo,
similar a la apertura de los dibujos sobre el desierto por los que yo había
bajado a las entrañas de aquellas resecas arenas de Nazca.
Me
disponía a descender por la rocos rampa, … … (perdonad la interrupción).
…….
AVISO a los
lectores de esta Historia Novelada.
Los estudiantes de
Alpha Centauri y la Tutora que nos acompaña, ignoran una confidencia secreta
que, en un momento preciso, Alex y Priscila, mientras los estudiantes saludaban
a los niños, me dijeron, casi al oído, cuando les pregunté que dónde estaban
escondidos en el momento de aterrizar nosotros.
Aunque
no es hora de revelar su contenido, ruego que estéis muy atentos, para que no
os perdáis en el momento de revelarse tal confidencia, dada su trascendental
importancia.
Avisados
quedáis. El autor.
…….
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