El Español mexicano (con 87,3 millones de
hablantes, y el Nahuatl, (con 12,7 millones de
hablantes), por ser con el castellano, la lengua hablada por el mayor
numero de habitantes), son, extraoficialmente conocidas, como las dos lenguas
oficiales a nivel nacional, aunque en México no lo sean a nivel oficial.
Creo que esto basta para comprender las dimensiones
de los problemas americanos, visto desde fuera; razón de más para cuidar
nuestras palabras y expresiones antes de hablar con nuestros, a pesar de todo,
hermanos e hijos todos de “la Madre Patria” que, con tanto orgullo dicen y
oímos unos y otros a ambas orillas del Océano Atlántico+.
Nota: + “atlan…”
procede del idioma indígena Nahuatl.
A
continuación, vamos a dedicar unos días
a la reflexión, a la interiorización y meditación, para observar esas pequeñeces que suceden a
nuestro alrededor y que, sin darnos cuenta, son también parte de nuestra
existencia.
Estoy
seguro de que todos vosotros, tenéis experiencias, más o menos similares a las
mías; los avatares de la vida diaria, en que toda nuestra atención está
centrada en el trabajo, la salud, los
problemas, propios y extraños; falta de tiempo y ganas de entrar en nuestro
interior para recrearnos en otros silenciosos sentimientos, quizá dormidos, que
esperan aflorar.
Es
posible que, nuestras propias limitaciones y nuestra total incapacidad de
solucionar nuestros problemas internos, son la espoleta que hace explotar
nuestras ganas de solucionar esos otros problemas del mundo que nos rodea,
cuando, a fuerza de mirar nuestro ombligo, queremos, también, verle el culo a
los demás.
“Como
vamos a quitar la pequeña mota en el ojo de nuestro prójimo, teniendo una viga
en nuestros propios ojos?”
Tener
tres casas a estas horas, puede ser obra del robo de los que, impunemente,
metieron mano a la caja; o, quizá, pasaron muchos años, trabajando horas
dobles, sufriendo privaciones, para
pagar la hipoteca, mientras sus compañeros, andaban en los bailes, tabernas y
discotecas.
Los derechos
ciudadanos son justos, dignos y nobles, siempre que no atropellan los derechos
legítimos de los demás que, con su esfuerzo y sudor, lograron un patrimonio compartido.
…….
No hay comentarios:
Publicar un comentario