El Presidente tomó la
palabra:
“Excelentísimo señor
Filos, cuando llegó hasta nosotros, fue usted desinado por acuerdo unánime de
nuestras autoridades interplanetarias cono candidato a ocupar la mayor Jefatura
“Señor Filos:
Este Tribunal
interplanetario, tiene por norma general de justicia, iniciar el proceso con la intervención del reo de cualquier
causa; como principio básico, y en cualquier caso, para su justa condenación o absolución, decir la verdad
escueta del suceo, y lo más grave que puede ocurrir al reo. a los que
han acusado o a los testigos, es la mentira.
Hable sin miedo, sin quitar ni añadir otro detalle alguno; sólo podrá ser
interrumpido por alguno de los jueces de
este Tribunal.
Filos, tienes la palabra.
Nunca me sentí tan seguro y tranquilo:
“Señores jueces, autoridades y público presente
en esta sala – dije en tono firme y confiado; soy inocente de cualquier
acusación que alguien haya presentado contra mi.
Soy pobre, huérfano y estoy solo entre vosotros, desde mi infancia, he
vivido desamparado, pero he recido tanto cariño, rstima y consideraciones de
vosotros, que no me atrevo a poner en tela de juicio una acusación contra
nadie, por erl daño que en mi defensa pueda acarrear a culpable y verdadero reo
de este ignominioso juicio.
Hasta ahora, no recuerdo haber hecho daño a nadie, ni mi lengua ha
pronunciado una mentira de la que deba arrepentirme.
Prefiero un castigo, la expulsión de este recinto universitario, incluso
devolverme mi terruño del Altiplano andino, antes de causar algún posible
perjuicio, por pequeño que fuera, a cualquiera de vosotros.
Con todo el respeto que
todos merecéis, yo prefiero no continuar halando; he dicho todo lo que deseaba
decir.
Muchas gracias.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario