martes, 23 de febrero de 2016

Juicio de Filos,1.LGE.CCCLXXI


El Presidente tomó la palabra:

“Excelentísimo señor Filos, cuando llegó hasta nosotros, fue usted desinado por acuerdo unánime de nuestras autoridades interplanetarias cono candidato a ocupar la mayor Jefatura

“Señor Filos:
Este Tribunal interplanetario, tiene por norma general de justicia, iniciar el proceso  con la intervención del reo de cualquier causa; como principio básico, y en cualquier caso, para su justa  condenación o absolución, decir la verdad escueta del suceo, y lo más grave que puede ocurrir al reo. a  los que  han acusado o a los testigos, es la mentira.

Hable sin miedo, sin quitar ni añadir otro detalle alguno; sólo podrá ser interrumpido por  alguno de los jueces de este Tribunal.
Filos, tienes la palabra.

Nunca me sentí tan seguro y tranquilo:

“Señores jueces, autoridades y público presente
en esta sala – dije en tono firme y confiado; soy inocente de cualquier acusación que alguien haya presentado contra mi.

Soy pobre, huérfano y estoy solo entre vosotros, desde mi infancia, he vivido desamparado, pero he recido tanto cariño, rstima y consideraciones de vosotros, que no me atrevo a poner en tela de juicio una acusación contra nadie, por erl daño que en mi defensa pueda acarrear a culpable y verdadero reo de este ignominioso juicio.

Hasta ahora, no recuerdo haber hecho daño a nadie, ni mi lengua ha pronunciado una mentira de la que deba arrepentirme.

Prefiero un castigo, la expulsión de este recinto universitario, incluso devolverme mi terruño del Altiplano andino, antes de causar algún posible perjuicio, por pequeño que fuera, a cualquiera de vosotros.

Con todo el respeto que todos merecéis, yo prefiero no continuar halando; he dicho todo lo que deseaba decir.

Muchas gracias.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario