martes, 2 de agosto de 2016

Pirámides en la Tierra, 16. . LGE. 446


Desde niños trabajamos,
siendo colaboradores,
bajo el abuso de ricos,
de nuestros padres y hermanos,
humildes agricultores
entre zarzas y lentiscos.

Labores de sol a sol,
todos los días del año,
trescientos sesenta y cinco;
sin vacaciones, cual rol,
sufriendo fríos y daños
se campos, lomas y riscos.

Llenas de callos las manos,
las dos orejas sangrando,
por sabañones de heladas;
vi llorar a mis hermanos
con heridas, soportando
los golpes de granizadas,

Segar grandes extensiones
de cebadas y de trigos,
a base de hoz y albarcas,
en las manos protecciones
de dediles como abrigos
y manoplas aplicadas.

Mientras tumbonas de seda,
a la sombra acomodadas,
soportaban señoritos,
aburridos, como emblema
de los que nunca hacen nada;
pero eran los favoritos.
…….

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